EXPERIENCIA COMPARTIDA por VANESA MARTINEZ 

Esta práctica fue un nuevo reto para mí; pues al llegar m lleve la gran sorpresa de que m tocaría un grupo que no cuenta con maestro. Al escuchar eso mis nervios incrementaron, pues estaría sola toda la jornada con un para de chamacos inquietos, preguntones, latosos; fue lo primero que se me vino a la mente; pero todo cambio al entrar al grupo.

   Debo decir que  mis nervios fueron disminuyen conforme entre y conocí al grupo, y a pesar de que era mi segunda práctica los sentí, pues ahora yo era la que estaba a cargo del grupo y tenía mayor responsabilidad.

   En mi estancia pude darme cuenta de diversos aspecto que pasan en la escuela, con lo es el noviazgo entre los chicos y como la directora tenía que andarlos cuidando, el apoyo de los padre, pues esta demás mencionar que los maestros tienen mucha comunicación con los padres de familia, quienes siempre están en la mejor disposición de ayudar. Además de la responsabilidad que tienen los alumnos con el cuidado de su escuela eso si fue muy sorprendente.  

   Lo que me dejo esta práctica fue que a pesar de los obstáculos siempre se puede salir adelante mientras uno quiera, pues el gran ejemplo fueron mis alumnos que a pesar de que no han tenido un maestro por varios meses, tienen iniciativa y gusto por aprender. También   aprendí que es de suma importancia el respeto y la comunicación, pues llevando esto a cabo podemos realizar un buen trabajo dentro y fuera del aula.

   El viernes fue divertido, pues hubo convivencia con los demás grupos, hicimos carnes, todos participaron en las actividades, preparamos una bebida, sin alcohol claro está , la cual fue idea de mi compañero Marcos y los chavos quedaron encantados, a pesar de ser una escuela muy chiquita es muy entusiasta y  todos son muy respetuosos.

   Al final los maestros nos dijeron unas palabras, dimos gracias y lo más conmovedor fue que una niña de mi grupo se puso a llorar porque ya era el último día que estaríamos con ellos, y junto con otras compañeritas escribieron en el pizarrón que nos extrañarían fue una experiencia bonita y que me conmovió.